La inteligencia artificial coordinada por algoritmos tiene cada día un mayor impacto sobre nuestra vida diaria.
En este contexto es importante mantener una mirada atenta sobre los sesgos de género discriminatorios que pueden estarse pasando a través de las generaciones de ordenadores. La literatura actual demuestra que éstos, alimentados por el material creado por seres humanos que ya está disponible en la web, tienden a repetir y potenciar las actitudes sexistas.
Este problema se manifiesta en búsquedas laborales, redacción de biografías, selección de imágenes, traducción automatizada, y prácticamente todos los campos en los que la inteligencia artificial desempeña un rol significativo, y por lo tanto es necesario desarrollar soluciones de manera veloz y efectiva.
Para leer el artículo completo escrito por Naroa Martinez, Investigadora Posdoctoral, Universidad de Deusto y Helena Matute, Catedrática de Psicología, Universidad de Deusto, haga click aquí.
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