Luego de evaluar más de 130 propuestas, un jurado interdisciplinario compuesto por seis especialistas de América Latina y España premió sus desarrollos tecnológicos, innovadores, con impacto socio-ambiental y perspectiva de género.

En noviembre, las ganadoras viajarán a la ciudad de Barcelona para realizar una estancia de capacitación y networking en la agencia Barcelona Activa, con todos los gastos cubiertos por la organización Nosotras Innovamos.

Vitaclean (Perú)

490 puntos y el primer puesto, se llevó este biopurificador hídrico elaborado a base de semillas de moringa, especialmente para las familias de zonas periurbanas que sufren la falta de servicio de agua potable y frecuentes situaciones de emergencia debidas  a la escasez de agua. El producto de Vitaclean no sólo purifica el agua, sino que además actúa rápidamente, no huele ni sabe a cloro, no maltrata la piel ni produce alergias, y es fácil de usar.

El prototipo diseñado por Diana Moreno muestra un grado de efectividad alta para combatir microorganismos patógenos causantes de enfermedades gastrointestinales. Los resultados de laboratorio indican que también actúa contra otros contaminantes, como metales pesados, sólidos o disueltos, y detergentes.

La iniciativa aplica un modelo de economía circular que permite aprovechar los residuos de las semillas de moringa para producir aceite de uso cosmético y carbón activado para el tratamiento de agua y sustancias químicas tóxicas. Es decir, Vitaclean fabrica tres productos con potencia comercial y no deja residuos.

Recuperación sustentable de metales en dispositivos electrónicos (México)

Debido a la revolución tecnológica, la generación de residuos electrónicos ha crecido a la par de la producción de dispositivos electrónicos, y ya alcanza alrededor de 50 millones de toneladas anuales en el mundo. En México, el 90% de los desechos electrónicos no recibe un tratamiento adecuado, por lo que las personas que habitan cerca de los sitios de reciclaje están expuestas a compuestos tóxicos cada vez que respiran y consumen agua.

El proyecto de Dulce Kristal Becerra Paniagua desarrolla una tecnología de electro-reciclaje de metales en dispositivos electrónicos con el fin de recuperar de forma sustentable esos metales preciosos, básicos y con interés comercial. Su metodología escalable es comercializable y aplicable en sitios de reciclaje, rellenos sanitarios, centros de investigación, laboratorios e instituciones.

A través de una economía circular verde, esta iniciativa busca disminuir el volumen de los desechos generados, manejar los sólidos con mayor seguridad, reducir los costos de operación y las enfermedades producidas por compuestos tóxicos.

Yaku, sin límites (Perú)

Yaku es un proyecto revolucionario de reutilización de residuos industriales para aliviar la falta de acceso al agua potable que afecta a 2.100 millones de personas, especialmente de zonas rurales. Con 447 puntos, obtuvo el tercer puesto.

Mezclando arcilla con residuos de huesos de animales, fibra vegetal, limadura de metal y carbón activado, Yesenia Cahuana Condori diseñó un biofiltro de cerámica que convierte el agua contaminada en agua potable de calidad, lista para el consumo humano.

A diferencia de los filtros de agua, este producto remueve del agua metales pesados, como arsénico, cromo, mercurio y plomo. A su vez, dado que se fabrica con materias primas accesibles, su costo es bajo.

El proyecto propone crear una empresa compuesta por madres solteras que se encarguen de fabricar y vender los biofiltros tanto a organizaciones no gubernamentales como a compradores/as directos/as. Trabajarán 36 horas semanales con horarios flexibles y recibirán los beneficios sociales correspondientes. Gracias a Yaku, las madres solteras tendrán una vida más digna y las personas podrán consumir agua de calidad.